Hemos de tener presente que las embarcaciones, del ámbito de recreo suelen tener sentinas de poca capacidad, debido al poco calado de estas.
Si se descubre un nivel de agua anormal en las sentinas, o agua en algún compartimento del barco, es fundamental determinar el tipo de agua que es ya que si es agua dulce, podemos descartar una vía de agua. Este agua procederá seguramente del tanque de agua, con lo cuál podemos estar tranquilos.
En el caso de ser agua salada ponga en marcha los sistemas de achique de que disponga el barco, tanto manuales como eléctricos, evitando parar el motor ya que las bombas eléctricas consumen mucha energía. Si hay mucho nivel de agua pondremos a algún tripulante a achicar con baldes.
Una vez puestos los elementos que disponemos a bordo para achicar, procederemos a localizar la entrada de agua, que pueden ser:
Para aumentar la capacidad de achique, podemos soltar si tenemos un acceso comodo la manguera de aspiración del circuito de refrigeración del motor, cerrando su correspondiente válvula y así utilizar el motor para chicar agua.
Es importante lograr que la entrada de agua sea menor que el agua que achicamos con todos los elementos disponibles.
Si tenemos tanques de agua dulce y no es necesario su uso, proceremos al vaciado de los mismos, ganando así una importante reserva de flotabilidad.
Las baterías sumergidas en agua no sirve para nada, podemos tirarlas al mar y ganar flotabilidad. Ademá estas producen gases tóxicos al quedar sumergidas en el agua.
Si la vía de agua es por un costado, procederemos a escorar el barco para así aliviar la presión hidrostática sobre el costado dañado, para ello colocaremos objetos pesados bien trincados o personas en la banda.